Páginas 1 |
10 años UPMPM |
El Senado de la Nación adhiere a la celebración por los 10 años de la UPMPM |
 18/09/2010 La Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo ha recibido del Senado de la Nación una adhesión a la celebración del décimo aniversario de su creación. Entre los fundamentos de la declaración se consigna: "Esta universidad es un enorme logro obtenido por la Asociación Madres de Plaza de Mayo fundado en su constancia y vocación de servicioen pos de la realización de objetivos que tienden a la formación ciudadana democrática de jóvenes de diferentes sectores sociales".
|
"Amar la revolución por sobre todas las cosas" |
 25/08/2010 Las Madres aprendimos en la universidad de la calle… ... recordaba todas las universidades que visitamos… recorrimos cientos de universidades del mundo contando nuestra historia sin ninguna elaboración, contando lo que nos pasaba y lo que queríamos.
Después empezamos a recorrer el mundo para aprender y para poder transmitir. Nuestros hijos en eso fueron mágicos… En todos los lugares que recorrimos aprendimos a amar la Patria, a darle valor a la palabra Patria, esa que nos habían arrancado cuando nos arrancaron a los hijos, esa palabra maravillosa e increíble… patriota, patria, revolucionario, guerrillero... palabras con un contenido muy fuerte… Aprendimos en esa universidad maravillosa que es la universidad de los otros pueblos, y ni les cuento todo lo que aprendimos en la plaza… en el encuentro al que nos impulsaron nuestros hijos. Cuando ellos desaparecieron, nacimos nosotras, somos hijas de nuestros hijos, paridas por ellos y ahí también aprendimos un montón… El conocimiento no tiene principio ni tiene fin, cuando uno quiere aprender y quiere conocer, los libros son muy importantes, las teorías son muy importantes, pero si no hay práctica, compañeros, las teorías se funden en la nada. Muchas universidades firman convenios con la UPMPM, mucha gente nos llama y nos pregunta cuál es la receta, la receta es resistir… Tenemos que seguir creyendo en la revolución, creyendo para seguir haciéndola todos los días, la revolución se hace todos los días cuando uno ama al otro, cuando se ama el saber, cuando el otro es igual de verdad, ese otro soy yo que proclamamos las Madres. En esta universidad tiene que florecer la solidaridad... Aprender de nuestros hijos que lo daban todo sin pedir nada, qué bien que nos hicieron, lo bien que nos sentimos, lo orgullosas que estamos de haber tenido hijos revolucionarios y guerrilleros, en buena hora que nuestros hijos decidieron entregar la vida. Necesi tamos, es urgente, formar jóvenes políticamente para no volvernos a equivocar… Para eso hay que estudiar y prepararse y querer y amar y decidir y tener pasión, pasión por lo que queremos, por lo que tenemos que amar, esta tierra, estos compañeros y sobre todo esta Latinoamérica que mal que le pese a muchos cada día está más unida, Evo, Correa, Chávez, Lula cada uno con sus diferencias, y por supuesto la amada Cuba, y nosotros que también tenemos un camino para defender y para hacer… La revolución se hace haciendo, caminando, poniendo el cuerpo, la cabeza, lo único que tenemos… no podemos vivir como pelotudos, tenemo sque vivir con intensidad, no podemos decir que estamos cansados… Pensar que la revolución va a llegar y como lo demostró Evo también llega por los votos, eso es maravilloso compañeros”
Hebe de Bonafini Rectora Honoraria Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo |
"10 años de la UPMPM" |
 25/08/2010 Queridas Madres, representantes de embajadas de países hermanos, funcionarios de gobierno, intelectuales y profesores amigos de otras universidades, docentes, estudiantes, graduados, trabajadores de la Universidad Popular y de los distintos espacios creados por las Madres: ¡Buenas tardes y bienvenidos a esta fiesta del conocimiento crítico para la liberación de los pueblos! Nuestro sentimiento es de alegría y convicción porque este proyecto que nació de entre las babas del diablo neoliberal, peleando contra él y las mil máscaras en que se transmutó el genocidio del ‘76 en los años de la posdictadura, al cabo de una década, abrió caminos de encuentro fraterno e intercambio político para nuestro pueblo y creció desde esa raíz poderosa, que las Madres son para todo horizonte de cambio profundo que se plantee en nuestra sociedad, hacia la elaboración múltiple de su propio ser americanista, popular, emancipador, crítico y revolucionario.
Por diez años de esta Casa de estudio y transformación, ¡cantamos victoria, compañeras y compañeros!
No porque consideremos terminada la lucha, sino porque de cantar y celebrar la vida surge el espíritu de avance con que las Madres se han dado al combate, a la reivindicación política de sus hijos e hijas, al planteo de nuevas metas para sí mismas y, en tanto parte significativa de nuestro pueblo, para amplios sectores populares que las encuentran compañeras y pioneras en la invención de lo que todavía no existe.
El primer desafío de esta nueva audacia de mujeres madres que hoy cumple diez años, ha sido despejar el páramo en que el posgenocidio sumergió a nuestra sociedad, y hacer siembra de relaciones sociales diferentes, solidarias, sensibles al dolor ajeno y la miseria moral impuesta, espalda con espalda, con la miseria material y el crimen de impunidad de los, así llamados, demócratas del período.
En 1999, se acababa el siglo XX sobre las ruinas de la educación pública, de la universidad soñada y transformada por la Reforma del 18, de las conquistas obreras alcanzadas por generaciones de trabajadores del mundo y de esta tierra, de las empresas estatales que esas luchas mismas habían arrancado al capital extranjero y privado. Hambre, desocupación, saqueo y asesinos estrellas relatando sus crímenes en la televisión, y de allí a su casa o a bailar a New York City.
Ese paisaje de degradación están mirando las Madres, que siempre ven más allá del terror y la mentira, mientras marchan en su Plaza, en los ‘90.
Son las que han cruzado el desierto alentando a otros y otras que quieren luchar, pero se les hace duro con dirigencias sindicales cómplices, que quieren resistir, pero la desesperación aniquila sus esfuerzos de acción colectiva, que quieren horizonte y proyectos, pero la cultura dominante dicta fin de la historia, fin del futuro. Es decir, presente perpetuo, y el presente, para las mayorías que llamamos pueblo, era ese abismo donde caer y caer.
Pero las Madres alientan con su honorabilidad bien plantada desde aquel 30 de abril de 1977, y eso sólo (que es decir tanto…) llama a romper el yugo interior de la dominación, frente a los miserables que no tienen más que su monstruosidad para ofrecer. Recordemos: “Resistir es combatir”, “la única lucha que se pierde es la que se abandona”, “resistencia y lucha hoy para la victoria de mañana”, voces de aliento para no bajar los brazos al nivel del desarme ético, razones de peso para invitarnos a no ser menos que la brava estirpe de la Madres locas.
“Necesitamos formar cuadros políticos, que no se confundan, que no se caigan, que no desesperen, que puedan decir su palabra y hacerse escuchar una y mil veces, con la misma fuerza de la primera vez, contra el poder opresor.” Esto pensaron las Madres de pie sobre la ruina del siglo, y dijeron: Universidad Popular, amor al saber y compromiso con el cambio social.
Como decir, formarse para mejor honrar la causa de nuestros compañeros y compañeras desaparecidos, discutir y proponer, crear e investigar, aprender a leer los libros, los diarios, la Internet, los ojos de las mujeres y los hombres que nunca han leído un volante.
Cantamos victoria porque el espacio se abrió y se sostuvo contra la provocación, el desprecio y la amenaza. Sesudos análisis de intelectuales que, ayer como hoy, me niego a llamar de izquierda, nos auguraban pocos meses de vida –con placer-; el proyecto, claro, no tenía garantías ni permiso ni antecedentes. Factores éstos que, en cambio, a quienes acudimos al llamado de las Madres nos parecían la llave maestra de un camino nuevo: frente alta, riesgo intelectual y de los otros, originalidad sin ataduras. Ni más ni menos que lo que las Madres inauguraron en la Plaza, en pleno estado de terror, pero ahora, nueva osadía, en el espacio sagrado del saber.
Qué poco conocen a las Madres los que una y otra vez les plantan la barrera del “hasta aquí”, “chau, Hebe”, “no va a andar”. Descalificaciones tan efectivas como decirles “locas”, “desestabilizadoras”, “ultras”, “antinacionales” o… “no entienden nada de política”.
Palabrerío fácil aunque temerario, que tanto asesinos de estado como políticos y escribas de guante blanco han echado al aire nacional contra este torrente de vida, ideas y acciones que las Madres no cesan de lanzar, desde hace 33 años, a la comodidad burguesa y la ferocidad capitalista, ésa que vino por sus hijos e hijas y aún campea esta tierra distinta y movilizada.
El segundo desafío de esta gesta de Madres en el aula ha sido transformarnos a nosotros mismos, mientras vamos creando las condiciones y los dirigentes del cambio social; pensarnos -nosotros y nosotras: docentes, investigadores, estudiantes, no docentes- como parte de la sociedad de justicia que queremos construir, como parte de las subjetividades que debemos recrear en lazo solidario y oído atento al saber de los otros y otras compañeros.
Estamos en tránsito, sabemos que el proceso de cambio requiere de muchos niveles sociales implicados, acumulaciones históricas, condiciones estructurales y siempre, siempre, de la articulación popular para darle sentido, multiplicación y conducción a las instancias de transformación social, económica, política y cultural que nos proponemos. Pero, a nuestro favor en esta senda, ya hablamos un idioma común que nos permite, a la vez, salir de lo común e imaginar otras posibilidades, otros mundos, otras subjetividades, otros deseos.
Y con la conquista de una palabra que nos identifica con el pensamiento crítico y la implicancia entre teoría y práctica, hemos logrado por diez años y será por muchos más, por todos los más, una heterogeneidad de pensamientos, identidades, edades, géneros, sectores sociales e historias culturales que le dan esa particular, contagiosa energía a nuestra Universidad; heterogeneidad que lejos de disgregarnos en pensamientos débiles y deseos moderados, sustenta la vitalidad de nuestro horizonte anticapitalista, en combate contra todo tipo de explotación y opresión, hacia la construcción de hombres y mujeres nuevos, no escindidos de la naturaleza, de sus semejantes ni de sí mismos.
Estos diez años de Universidad Popular han sido todos de crecimiento, apertura, encuentro con más y más hermanos y hermanas en el sueño del socialismo y la liberación. Hemos atravesado conflictos y seguramente por eso, crecimos y profundizamos nuestro ser. Nos saquearon y seguimos, nos amenazaron y ni una sola clase se levantó, intentaron aislarnos por nuestras opiniones antiimperialistas y nos dimos al encuentro con lo mejor de las fuerzas insurgentes de Nuestra América, y recibimos a Chávez, a Correa, a Lugo, a Evo y a los cubanos y cubanas que debaten y construyen su revolución día a día.
Entre tormentas y cambios históricos, hemos visto alejarse, por propia voluntad, a unos pocos compañeros y compañeras valiosos, cuyas líneas políticas, en una u otra coyuntura, no coincidían con este espíritu de la Universidad Popular y de las Madres. Pero el tiempo es largo, mucho más largo que nuestros análisis de coyuntura y a algunos de ellos los hemos visto volver, dignos, francos, con renovados deseos de darse y construir espacios de futuro en esta Casa de Estudios y fraternidad combativa.
Sí, cantamos victoria porque este proyecto de construcción colectiva del conocimiento, atrae y apasiona, incita y desvela, abre, consolida y proyecta la preciosa vida, conflictiva y despeinada, que tanto hijo, hija secuestrado traspasó a las Madres y ellas a nuevos hijos y nosotros a cada uno que se compromete con la promesa de revolución en el ser, en el saber y en el poder.
Necesitamos la alegría y la convicción de la victoria no sólo para la celebración de lo realizado, sino, especialmente, para el futuro. Argentina y América latina viven tiempos impensados en otros tiempos, de revoluciones reformistas y reformas revolucionarias. Nada está dicho y por fin estamos inventando, ya escaldados del error de la copia y el calco.
Cada paso en avance, en mejor educación, en abrigo y trabajo para quienes nada de eso tenían conocido, permite experimentar una diferencia vital a amplios sectores, antes excluidos, que sólo puede ser menospreciada por los saciados.
Este mejor estar debe alcanzar aún niveles más profundos y extensos, hasta cambiar la estructura de dominación vigente, pero ya es acechado por los dueños del terror y la riqueza socialmente producida, y está claro qué de sus posesiones de destrucción y saqueo planean brindarle, otra vez, a nuestro pueblo y qué reservarán para sus miembros de clase. Identificar y contribuir a enfrentar a los enemigos del buen vivir para los más es parte del ejercicio crítico y actuante que reclamamos para nuestras tareas académicas y políticas. Y es condición del triunfo emancipador que debemos a nuestra tierra.
La Universidad Popular nació, a imagen y proyecto de sus paridoras, combativa y revolucionaria, y así quiere hacerse a su tercer desafío, el de ganarse un lugar en el sistema universitario argentino, ahora que las puertas se han abierto y nuestras responsabilidades se acrecientan a la par de nuestra satisfacción.
Y así nos hemos presentado, sin renuncias, con identidad propia, concientes de que la amalgama entre enseñanza y aprendizaje ofrece herramientas de análisis, recursos argumentativos y documentales, y el singular placer de acotar nuestras ignorancias y ampliar el conocimiento de los mundos que habitan este mundo.
Cultivamos el deseo de la excelencia académica, cómo no, porque necesitamos los mejores abogados, los mejores profesores de historia, los mejores trabajadores sociales, los mejores profesionales y amantes del cine, la economía social y política, la salud colectiva, el periodismo de investigación, la perspectiva crítica en derechos humanos, el psicodrama y el arte, para construir nuestra contra-hegemonía cultural; y del mismo modo, también cultivamos el proyecto de la excelencia ética y política, que reconoce en el manantial del pueblo, la riqueza cultural capaz de conferir sabor, aroma y textura, vibraciones del sonido y el color, razones y sentidos propios a la elaboración conceptual. Un conocimiento situado, corporizado, implicado en la singular aventura de su espacio-tiempo.
Madres, en estos diez años compartidos desde diferentes puestos de lucha en la Universidad Popular, siempre plenos y vibrantes, me permito una reflexión personal hacia ustedes, que son el corazón de esta victoria de la alegría; parafraseando a un autor brasileño de nombre Djavan, con íntimo agradecimiento, me place decirles: “si tuviera más vida, se las daría, ¡eso para mí es vivir!”.
Inés Vázquez Rectora Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo |
Distinción a docentes |
 25/08/2010 En el marco de la celebración de los 10 años de vida y coincidiendo con la inauguración del ciclo lectivo 2010, la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo hizo entrega de un reconocimiento especial a los docentes Raquel Ángel, Eduardo Barcesat, Osvaldo Bayer, Horacio González, Ulises Gorini, Alberto Guilis, Nicolás Iñigo Carrera, Gregorio Kazi, Alfredo Luciardo y Carlos Rodríguez, por su participación en la creación de la Universidad Popular y por continuar aportando su saber y compromiso a este proyecto. Palabras de agradecimiento del Prof. Alberto Guilis:
Bueno, como hacen siempre las madres me avisaron tres minutos antes que yo tenía que hablar… (risas) Tres minutos… ¡es un montón! (Hebe)
… con lo que no pude preparar las carillas maravillosas que leyó Inés y que claramente y con toda honestidad, creo que reflejan lo que sentimos quienes llevamos diez años trabajando en este maravilloso espacio creado por las Madres. Simplemente entonces, como no tengo todas esas carillas escritas van a ser tres palabras: primero, por supuesto, el agradecimiento a estas Madres maravillosas que han creado en uno de los peores momentos del pensamiento acá en Argentina, un espacio que nos permitiera crear pensamiento crítico, formar nuevas subjetividades y fundamentalmente, armar a aquellos que vienen a este espacio para una nueva rebeldía. Este espacio fue creado con ese criterio, las Madres así nos lo permitieron y fue ésta la mística que nos permitió trabajar arduamente estos años teniendo miles y miles de compañeros que pasaron por estas aulas. Estamos seguros que mucho de esto ha germinado, que hoy son parte de estas nuevas generaciones que hoy están luchando y militando por un mundo distinto y de alguna manera queremos decirles gracias y comprometer nuestro esfuerzo para que esto continúe creciendo y siendo lo que todos esperamos. Gracias. |
CARTA DE SALUDO A LA UNIVERSIDAD POPULAR MADRES DE PLAZA DE MAYO
2000 – 6 de abril - 2010
DIEZ AÑOS DE LUCHA Y RESISTENCIA |
 25/08/2010 Diez años atrás, las Madres de Plaza de Mayo lanzaron un desafío al espacio intelectual y político de la Argentina de entonces, varada en la degradante connivencia del genocidio y la posdictadura. Una Universidad Popular, combativa y revolucionaria, empeñada en aportar productivamente a las experiencias populares, nutriéndose a la vez de esos mismos espacios, donde se construye el ser, el saber y el poder de los pueblos. El desafío también abrigaba un sueño: evitar la museificación de su propia lucha, buscando una instancia de intervención social que fortaleciera la idea de movimiento y transformación, abierta a la mutiplicidad de la vida. Hoy, la Universidad Popular atesora una década de aprendizajes en la elaboración colectiva del conocimiento y en la identificación de las complejidades subjetivas y estructurales implícitas en el cambio social que tiene comprometido ante las Madres y sus miles de hijos e hijas revolucionarios. Cientos de estudiantes y docentes han compartido y profundizado en ella, su amor al saber y su apuesta por construir una sociedad sin explotación ni opresión. Hombres y mujeres nuevos, no escindidos de la naturaleza, de sus semejantes ni de sí mismos. Desde esta Casa de estudio y pensamiento crítico, se transita y debate con pasión y rigor, el extraordinario momento histórico que protagoniza Nuestra América y la Argentina como parte de ella. La Universidad Popular cumple así diez años, sosteniendo su convicción de ingresar al sistema universitario, contra todo obstáculo del temor, la pereza o la reacción política, y hacerlo con identidad propia y proyecto académico innovador, para ampliar las posibilidades de formación profesional de los sectores populares y dinamizar las concepciones académicas tradicionales, con su uni-diversidad deseante y actuante.
Quienes respondimos a aquel llamado original de las Madres, quienes pasamos horas transformándonos en la transformación, ardua y feliz, que supone hacer realidad aquel desafío, quienes hemos compartido nuestros saberes en sus aulas, quienes la vemos crecer y aportar a la forja social del gran instrumento ético-político del pueblo, capaz de colocar al país a la altura de los cambios estructurales que necesita, saludamos fraternalmente su empeño de lucha y resistencia, su promesa de revolución en el ser, en el saber y en el poder.
Emir Sader (Sec. Ejecutivo de CLACSO), Martín Almada (Director de la Universidad de los Derechos Humanos de Paraguay), Eric Toussaint (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, Bélgica), Arturo Huerta González (UNAM), Lázaro Pary 8coord. Gral. Del Mov. Tupac Amaru, Bolivia), Felipe Pérez Cruz (Unión Nacional Historiadores de Cuba), Rolando Ruiz Valiente (economista cubano), Pablo Pacheco López (Vicepresidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos), Jorge Hurtado Jordá (Vicedecano de Sociología de la Universidad de Alicante), François Houtart (Director del Centro Tricontinental, Bélgica), Fritz Deshommes (Vicerrector de Investigación, Universidad Estatal de Haití). Norberto Galasso, Eduardo Barcesat, Adriana Puiggrós, Horacio González, Daniel Aspiazu, Stella Calloni, León Pomer, Atilio Borón, Osvaldo Bayer, Carlos Girotti, Rubén Dri, Jorge Marchini, Alejandro Rofman, María Pía López, Mario Rapoport, Liliana Herrero, Ricardo Forster, Nicolás Iñigo Carrera, Julio Gambina, Pablo Martínez Sameck, Jaime Silbert, Francisco Bauer, Cristian Primo, Norberto Schiavoni, Mirta Voldman, Jorge Santarrosa, Marcos Carrizo, Carmen González, Carlos Mignon, Silvia Mochen, Guillermo Wierzba, Mario Toer, josé León Slimobich, Rodolfo Hamawi, Jaime R. Sorín, Eduardo Jozami, Jorge Testero, Ricardo Rouvier, Susana Cella, Daniel Freidemberg, David Blaustein, Osvaldo Saidon, Cristina Pilar béjar, Mary Sánchez, Ana Lorenzo. Ana Jaramillo (Rectora UNLA), Edith Pérez (Decana Psicología UNLP), Gustavo Oliva (Rector Colegio Nacional de La Plata), Aníbal Viguera (docente Humanidades UNLP), Graciela Mingo de Bevilacqua (Rectora UADER), María Luz Pierola (Coordinadora de DDHH Facultad de Ciencia de la Gestión, UADER), juan méndez (Subcoordinador del Área de Promoción de los DDHH y Participación Ciudadana, UADER), Angelina Usin Ollero (Coordinadora de DDHH, Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, UADER), Gladis BAlbi (Programa Participación Ciudadana, UADER), Alejandro richardet (Programa Educar en DDHH, UADER), Fernando Blanco (Director Escuela Historia –FFyH-UNC). Inés Vázquez, Germán Ibañez, Antonio López, Carlos González, Alberto Guilis, Raquel Angel, Marcelo Cortizo, Ana del Cueto, Pablo Blache, Marcela Sánchez, Cristina Caamaño, Gregorio Kazi, Lucía García, Ermes Barsamoglou, Alfredo Luciardo, Liliana Viater, Enrique Arias Gubert, Ignacio Politzer, Felisa Miceli, Graciela Orfeo, Graciela Barbieri, Fabián D´Aloisio, Javier Figueras, Claudio Ríos, Gabriela Stoppelman, Alexis Medina, Liliana Bologna, Florencia Greco, Juan Manuel Mandarino, Natalia Aranda, Emmanuel Agis, Aritz Recalde, Eduardo Bogliano, María Casalla, Guillermo Gustavo Gatti, Sacha Kun-Sabó, Francis Rosemberg, Silvia Ebis, Ximena Martínez, Daniel Fabián, Ester Alí, Carlos Zamorano, Gabriel Chamorro, Beatriz Anguita, Carlos Scardula, Dora Wajner, Ruth Miriam Zarza, Virginia Santos, Diego Nacarada, Gabriela Blanco, Rodolfo Alejandro Brizuela, Beatriz Janin, Mónica Monsalvo, Dolores Gallo, Susana Mentaste, Antonella Defranza, Alejandro Bresler, Graciela Ghelfi, Luis Zarranz, Cecilia Maloberti, Sara Grimblat, Tunny Alterman, Armanda Castro, Fabiana Herrera, Ricardo Paveto, Rolando Roquera, Silvana Mammana, Roberto Mayán, Marisa Cóppola, Fabiana Sánchez, Andrea Mirc, Víctor Ferioli, Zulma Hallak, Haydée Pérez, Rosalía Gutiérrez, Ricardo Alonso Garcés. |
LA UNIVERSIDAD POPULAR CUMPLIÓ 10 AÑOS |
 25/08/2010 Fuera de protocolo pero dentro de nuestro proyecto tengo el enormísimo orgullo de anunciarles que en el día de ayer la CONEAU nos ha comunicado que nuestra Universidad Popular ha sido oficializada”, señaló Inés Vázquez, rectora de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo para dar comienzo a lo que fue una sucesión de emociones intensas que atravesaron la celebración por los diez años de la unidad académica, a la vez punto de partida del presente ciclo lectivo. Un cerrado y prolongado aplauso ganó al Auditorio de la Sede 1, colmado por amantes del saber y la revolución. En un acto que se difundió en directo a través de la AM 530 - La Voz de las Madres y que condujo Pedro Lanteri, director de la emisora, se dieron cita numerosos asistentes vinculados al quehacer cultural y educativo, además de recibirse adhesiones y saludos entre los que se destacan la carta de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, quien a través del Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli expresó “su orgullo y su alegría por este nuevo aniversario de la institución, que es símbolo de la construcción de un pensamiento profundo y crítico que permite analizar la realidad social con el compromiso de seguir sosteniendo los ideales revolucionarios que nos hacen soñar con una argentina con todos y para todos”. Asimismo, hizo propicia la ocasión para “reiterar el homenaje de siempre a la memoria de quienes sufrieron la persecución y la violencia en los años más oscuros de nuestra historia contemporánea”, concluyendo en el “compr omiso de seguir luchando incansablemente por la plena vigencia de los valores de la democracia, la libertad y la justicia social”. Por su parte, el Ministro de Educación, Prof. Alberto Sileoni “se asoció al júbilo de las Madres y todos los compañeros de lucha que las rodean, recordando una vez más las poderosas razones que hacen de esa construcción educativa un modelo ejemplar”. Y señaló a continuación: “El Ministerio de Educación a mi cargo viene sosteniendo una política de educación en la memoria, la verdad y la justicia para que hechos como los que dieron lugar al crecimiento de su organización no vuelvan a producirse nunca más en esta tierra. En esto siempre hemos estado juntos, el Ministerio y las Madres, desde el año 2003. Además del ejemplo de lucha y dignidad que hoy podemos recordar en las aulas argentinas, ustedes han producido un hecho de creación y esperanza para las futuras generac iones: una Universidad Popular que las trascenderá junto al recuerdo de los compañeros desaparecidos que han soñado con una sociedad con justicia social”. Se recibieron también salutaciones de la Ministra de Defensa, Nilda Garré; el Embajador de Cuba, Sr. Aramís Fuente Hernández; la Embajadora de Bolivia, Da. María Leonor Arauco Lemaitre; el representante de la Secretaría de DDHH de la Nación, Marcelo Duhalde; el grupo de Apoyo a las Madres Kabawil de Pescara (Italia); Teresa Parodi, directora del ECuNHi; la Rectora de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, Lic. Graciela Mingo de Bevilacqua; el escritor e historiador Osvaldo Bayer; Néstor Busso, presidente del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual y titular de FARCO; el Grupo Amplio Salvatablas; la Biblioteca Julio Huasi; la Diputada Nacional Adriana Puigross; la Senadora Nancy Parrilli, y representantes de otras universidades e instituciones académicas, organizaciones culturales y sociales. |
LO CELEBRÓ CON EL ACTO DE APERTURA DEL CICLO LECTIVO 2010, ANUNCIANDO LA ESPERADA OFICIALIZACIÓN |
25/08/2010 Las palabras que recorrió Inés Vázquez, rectora de la UPMPM trasuntaban alegría y celebración de la vida: “Por 10 años cantamos victoria, no porque consideremos terminada la tarea… por haber despejado el páramo en que el post genocidio y el neoliberalismo hundieron a nuestra sociedad, por la siembra de relaciones sociales diferentes, sensibles al dolor ajeno y a la miseria moral impuesta… Las madres alientan con su honorabilidad bien plantada desde aquel 30 de abril de 1977, y llaman a romper el yugo interior de la dominación… Cantamos victoria porque el espacio se abrió y se sostuvo contra la provocación, el desprecio y la amenaza”. Luego prosiguió desglosando poéticamente los principales desafíos asumidos por esta construcción que impulsaron las Madres, “un proyecto sin garantías, ni antecedentes”, para “imaginar otros mundos, implicando teoría y práctica, en una heterogeneidad que sustenta nuestro combate frente a todo tipo de opresión, tanto como la construcción de hombres y mujeres nuevos... Estos 10 años de la Universidad Popular han sido de crecimiento, apertura y encuentro con más hermanos y hermanas… Cantamos victoria porque este proyecto de construcción colectiva atrae y apasiona, incita y desvela, abre, consolida y proyecta la preciosa vida”.
“Necesitamos la alegría no solo para la celebración sino para el futuro… La Universidad Popular nació a imagen y proyecto de sus paridoras: combativa y revolucionaria”, agregó e indicó que el nuevo desafío es “ganarse un lugar en el espacio educativo argentino ahora que las puertas se han abierto y la responsabilidades se acrecientan a la par de nuestra satisfacción… sin renuncias, con identidad propia”.
Para dar cuenta de esa identidad, señaló: “cultivamos la excelencia académica ¿cómo no? Necesitamos los mejores abogados, los mejores profesores de historia, los mejores trabajadores sociales, los mejores amantes del cine y de la economía política, de la salud colectiva, del periodismo de investigación, la lectura crítica en DDHH, el psicodrama y el arte para construir nuestra propia hegemonía contracultural y desde allí también cultivar nuestro proyecto de la excelencia ética y política”.
Para finalizar su emotiva alocución, hizo referencia a la construcción de “un conocimiento situado, corporizado, implicado, en estos 10 años compartidos”, y parafraseando al compositor brasilero Djavan, concluyó con saludable pasión “si tuviera más vida se las daría, eso para mí es vivir”.
A continuación se llevó a cabo el reconocimiento a los docentes Raquel Ángel, Eduardo Barcesat, Osvaldo Bayer, Horacio González, Ulises Gorini, Alberto Guilis, Nicolás Iñigo Carrera, Gregorio Kazi, Alfredo Luciardo y Carlos Rodríguez, por su participación en la creación de la Universidad Popular y por continuar aportando su saber y compromiso a este proyecto. |
"Amar la revolución por sobre todas las cosas". (Hebe de Bonafini) |
 25/08/2010 Como preámbulo de las palabras dirigidas por la Presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, Rectora Honoraria de la UPMPM, Pedro Lanteri recordó los principios que dieron origen a la universidad en el complejo escenario intelectual que ofrecía el año 2000: cabeza clara, corazón solidario, puño combativo. Como cada vez que expresa su parecer, Hebe supo conjugar emociones, claridad intelectual y un pragmatismo admirable: "De la misma manera que en el programa de radio bajamos a los patriotas de los libros y de los caballos de bronce y los traemos a la radio hoy me permito decirles a ellos bajen chicos bajen –dijo señalando los rostros de los hijos e hijas que enmarcan el auditorio, y la emoción la ganó-, pónganse ahí entre todos, -y el aplauso estalló entre los asistentes- ellos ya son ustedes, por eso los convoqué a que bajen".
“Las Madres aprendimos en la universidad de la calle, recordaba todas las universidades que visitamos… recorrimos cientos de universidades del mundo contando nuestra historia sin ninguna elaboración, contando lo que nos pasaba y lo que queríamos… Después empezamos a recorrer el mundo para aprender y para poder transmitir. Nuestros hijos en eso fueron mágicos… En todos los lugares que recorrimos aprendimos a amar la Patria, a darle valor a la palabra Patria, esa que nos habían arrancado cuando nos arrancaron a los hijos, esa palabra maravillosa e increíble… patriota, patria, revolucionario, guerrillero... palabras con un contenido muy fuerte… Aprendimos en esa universidad maravillosa que es la universidad de los otros pueblos, y ni les cuento todo lo que aprendimos en la plaza… en el encuentro al que nos impulsaron nuestros hijos. Cuando ellos desaparecieron, nacimos nosotras, somos hijas de nuestros hijos, paridas por ellos y ahí también aprendimos un montón… El conocimiento no tiene principio ni tiene fin, cuando uno quiere aprender y quiere conocer, los libros son muy importantes, las teorías son muy importantes, pero si no hay práctica, compañeros, las teorías se funden en la nada. Muchas universidades firman convenios con la UPMPM, mucha gente nos llama y nos pregunta cuál es la receta, la receta es resistir… Tenemos que seguir creyendo en la revolución, creyendo para seguir haciéndola todos los días, la revolución se hace todos los días cuando uno ama al otro, cuando se ama el saber, cuando el otro es igual de verdad, ese otro soy yo que proclamamos las Madres. En esta universidad tiene que florecer la solidaridad... Aprender de nuestros hijos que lo daban todo sin pedir nada, qué bien que nos hicieron, lo bien que nos sentimos, lo orgullosas que estamos de haber tenido hijos revolucionarios y guerrilleros, en buena hora que nuestros hijos decidieron entregar la vida. Necesi tamos, es urgente, formar jóvenes políticamente para no volvernos a equivocar… Para eso hay que estudiar y prepararse y querer y amar y decidir y tener pasión, pasión por lo que queremos, por lo que tenemos que amar, esta tierra, estos compañeros y sobre todo esta Latinoamérica que mal que le pese a muchos cada día está más unida, Evo, Correa, Chávez, Lula cada uno con sus diferencias, y por supuesto la amada Cuba, y nosotros que también tenemos un camino para defender y para hacer… La revolución se hace haciendo, caminando, poniendo el cuerpo, la cabeza, lo único que tenemos… no podemos vivir como pelotudos, tenemo sque vivir con intensidad, no podemos decir que estamos cansados… Pensar que la revolución va a llegar y como lo demostró Evo también llega por los votos, eso es maravilloso compañeros”. (*)
A continuación Hebe llamó a concurrir a la Plaza de Mayo cada jueves, y agregó “la universidad tiene que seguir cumpliendo años, cuando cumplamos 20 años de la universidad y esperamos estar todas, algunas tendremos… yo 92, Juanita 105, Josefina 100, Porota 96 ¿por qué no? ¡vamos a estar todas! Lo que nos va a sostener es la pasión por la lucha… y con un objetivo muy claro que es hacer lo que querían nuestros hijos, eso que hoy los bajamos de ahí y de ahí y están entre ustedes, ellos ya son ustedes y tienen una gran responsabilidad, amar la revolución por sobre todas las cosas, más que a la vida como hicieron nuestros hijos. Muchas gracias”.
Para finalizar el encuentro, Georgina Hassan, ofreció una cálida actuación con la belleza de su voz y sus canciones, acompañándose en cuatro venezolano y guitarra, e interpretando temas de raíz latinoamericana. |
2000 - 6 de abril - 2010 : diez años de lucha y resistencia |
 25/08/2010 El próximo martes 6 de abril, a partir de las 19 hs., celebraremos los 10 años de la Universidad Popular con un acto en el que hablarán la Rectora de la Universidad, Inés Vázquez, el historiador Osvaldo Bayer y la Presidenta de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Durante la celebración se hará entrega de un reconocimiento público a un conjunto de docentes que ha participado de la creación de la Universidad Popular y hoy continúa aportando su saber y compromiso a este proyecto. Recibirán este reconocimiento: Raquel Angel, Eduardo Barcesat, Osvaldo Bayer, Horacio González, Ulises Gorini, Alberto Guilis, Nicolás Iñigo Carrera, Gregorio Kazi, Alfredo Luciardo y Carlos Rodríguez. Para finalizar el acto, Georgina Hassan, con su voz, cuatro venezolano y guitarra, compartirá sus canciones, plenas de frescura y raíz latinoamericana.
Así, daremos comienzo a un nuevo ciclo lectivo de la Universidad Popular y a los próximos diez años de construcción colectiva del conocimiento y la liberación. | Páginas 1 |
|